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Platón | Temas PAU

⚠️ Recordad que se trata de modelos de respuesta que se ofrecen como punto de partida para vuestro trabajo. Aunque son respuestas cuidadas no se trata de respuestas completamente correctas: debéis valorar aspectos como la precisión o el orden de los aspectos que aquí se tratan, así como comprobar que no hay ningún aspecto importante que falte.

Realidad y/o conocimiento

La doctrina principal de la filosofía de Platón es la teoría de las ideas. Se trata de una teoría de tipo dualista que considera que la realidad está basada en la existencia de dos mundos. El mundo inteligible es el más real y está formado por las ideas, que son realidades inmateriales, inmutables y universales. Dicho mundo es un mundo ordenado y jerárquico en el que la idea del bien representa la máxima realidad y perfección, se caracteriza por la permanencia y eternidad y sólo puede ser captado por la razón.

Por su parte, el mundo material fue creado por el Demiurgo tomando por ejemplo las ideas para dar forma a una materia caótica indeterminada preexistente. Las ideas son los arquetipos conforme a los cuales se organiza la materia, son la esencia común de la que participan las realidades individuales del mundo físico. Las cosas del mundo imitan las ideas o participan de las mismas. Este mundo sensible, es el que captamos por los sentidos y  tiene como característica principal el cambio y el movimiento.

La relación que hay entre los mundos sensible e inteligible hace posible que a través del conocimiento del mundo podamos llegar al conocimiento de las ideas eternas. Platón distingue dos niveles de conocimiento: la opinión (o dóxa, conocimiento sensible, que tiene como objeto las realidades del mundo físico) y la ciencia (episteme, conocimiento inteligible de las ideas, cuya realidad sólo se puede captar con la razón).  Las opiniones son inestables, cambiantes, no puede haber por tanto un conocimiento verdadero en ese campo. De lo que se trata es de superar el nivel de la opinión y llegar al conocimiento de la esencia de las cosas. Para que la opinión pueda convertirse en episteme debemos encontrar una vía que nos permita distinguir las opiniones falsas de las verdaderas. Esto se consigue mediante el proceso de reminiscencia o recuerdo [anamnesis] que permite a la mente humana recobrar de manera dialéctica el conocimiento alcanzado antes de que quedara atrapada en un cuerpo mortal (tal como se expresa en el mito del carro alado).

El símil de la línea representa gráficamente todos los grados de conocimiento. En él, doxa y episteme se subdividen a su vez en dos partes. Dentro de la opinión, en el nivel más bajo de conocimiento se encuentra la imaginación (o eikasía), que es el conocimiento de sombras, copias o imágenes de las cosas del mundo físico. El segundo nivel es la creencia [o pístis), que es el conocimiento sensible, el concimiento directo de las cosas del mundo físico, que son copias imperfectas de las ideas. Dentro de la ciencia podemos distinguir también dos grados: el nivel inferior es el pensamiento discursivo (diánoia), que es un conocimiento alcanzado a través del razonamiento en el que la mente capta la idea a través del recuerdo que despiertan las imperfectas copias del mundo sensible (por ejemplo, una demostración matemática). Por último, el grado más elevado de conocimiento es la intuición intelectual (nóesis), que es el conocimiento de las formas o ideas mediante una aprehensión o directa e inmediata de lo inteligible. Estos grados de conocimiento son también formas de ser.

Esta respuesta puede mejorarse: se puede mencionar a Heráclito y Parménides. Intentad pensar cómo y dónde los mencionaríais.

Ética y/o moral

Platón tiene una concepción dualista del ser humano. Considera que tenemos alma y cuerpo y que el alma es nuestra naturaleza más esencial. El alma contempló antes de nacer las ideas eternas y la filosofía de Platón aspira a hacer posible que vuelva a ese lugar siendo también inmortal. Ahora bien, Platón distingue tres partes del alma, y solamente una, la racional, es la que está claramente relacionada con la inmortalidad. Será la que deberá predominar sobre las otras dos. Así, cada parte del alma tiene una virtud propia. El alma concupiscible tiene como virtud la moderación, mientras que el alma irascible tiene como virtud el valor. El alma racional tiene por virtud la sabiduría. Dicha virtud es la que hace posible que la vida sea un proceso de purificación. Esto estaría relacionado con la teoría del conocimiento. Según avanzamos dentro del esquema de la línea pasamos del conocimiento del mundo sensible al conocimiento de las ideas. El conocimiento es recuerdo de lo que el alma vio antes de nacer. Y cuanto más claramente lo recordemos más claramente estaremos en condiciones de regresar al mundo de las ideas cuando muramos. Por último cabe destacar la similitud que hay entre el concepto de virtud y justicia en Platón, así como la relación entre su pensamiento ético y político. El ideal de justicia como armonía entre virtudes se da tanto en el ser humano como en la polis, en la que debe logarse un equilibrio entre los tres estamentos, cada uno de los cuales representa a una de las partes del alma .