Biografía

Primeros años. Nace en en 1596 en La Haye, Touraine, cerca de Tours, siendo el tercer hijo de una familia acomodada, magistrados; su padre consejero del Parlamento de Rennes, su madre hija del teniente general de Poiters. Con un año de edad queda huérfano, al morir su madre, y al cuidado de un tutor.

La Flèche. En 1606 inicia sus estudios en el colegio de los jesuitas de La Flèche, en Anjou, uno de los más celebres de Europa. Allí estudió latín, griego, historia, moral, matemáticas, física, lógica y filosofía aristotélico escolástica con la influencia de Suárez. En una visita de Enrique IV, fundador del colegio, fue el encargado de saludarle recitando unos versos en latín. La formación es más abierta que en otras instituciones como lo demuestra el hecho de que en junio de 1611 se reconoció oficialmente el descubrimiento de las lunas de Júpiter, llevado a cabo por Galileo. La evolución de las artes en el Renacimiento y en el Barroco no parece tener un impacto apreciable en la obra de Descartes. Encuentro con el pirronismo de François Veron, que intentará rebatir con su filosofía. Su mala salud le permite disciplina de horarios más relajada. Adquiere el hábito de meditar en la cama.

París. 1612: Deja el colegio desengañado de las materias que había estudiado, exceptuando las matemáticas. La orientación escolástica y libresca le desilusionó y en París se propone buscar por sí mismo lo que no ha encontrado en el estudio; es éste un rasgo renacentista. Allí estudia danza, música, esgrima, equitación.

1616: Concluye sus estudios obteniendo la licenciatura en derecho civil y canónico por la universidad de Poitiers. Se cierra así un período histórico de su vida.

«Desde mi niñez, dice, fui habituado en el estudio de las letras y como me persuadían que por medio de ellas se podía adquirir un conocimiento claro y seguro de todo cuanto es útil para la vida, sentía yo un vivísimo deseo de aprender. Pero cambié por completo de opinión tan pronto como hube concluido mis estudios, pues me embargaban tantas dudas y errores, que, habiendo intentado instruirme, me parecía no haber alcanzado otro resultado que el de haber descubierto progresivamente mi ignorancia».(Disc. Tecnos. Nota 1ª, p. 7).

Este cambio significa su distanciamiento de la cultura vigente, el inicio de su filosofía crítica, su duda como método para encontrar el fundamento del saber. Estalla la guerra de losos treinta años entre católicos y protestantes. Al año siguiente se alista como voluntario, cargando con sus costas, en el ejercito protestante de Mauricio de Nassau, gobernador de los Países Bajos, aliado de Francia contra España. No participó en batalla alguna. Una tregua entre holandeses y españoles le permite dedicarse en Breda al estudio de las matemáticas. Establece amistad con Isaac Beeckman. Proyecta un tratado general de todas las ciencias matemáticas: aritmética, geometría, álgebra, astronomía, mecánica, óptica y música.

Soldado. Pero Descartes está decidido a leer ‘el gran libro del mundo’. 1619: Se pasa al ejército católico del duque Maximiliano de Baviera que luchaba contra Federico de Bohemia. Sigue preocupado por cuestiones científicas; trabaja en su proyectado tratado matemático. En Neuburg, aldea cercana a Ulm, a orillas del Danubio, "el 10 de noviembre de 1619 lleno de entusiasmo, dice, descubrí los fundamentos de una ciencia admirable"(Discurso, Ed. Tecnos, Nota 2. Pg. 16.) Ese sueño le supuso la revelación de los principios de una nueva ciencia, por lo cual hizo el voto de peregrinar a Loreto. Este descubrimiento del principio de la unidad del saber consiste en reducir, aplicando el análisis y la síntesis, todas las ciencias de la cantidad a una ciencia general del orden y de la proporción. Considera este descubrimiento una revelación, un llamamiento divino sobre su misión filosófica.

Viajes. 1620: Toma parte en la campaña de Bohemia entrando victorioso en Praga. Poco después abandona la profesión militar dedicándose a viajar por Francia, Holanda, Suiza, Alemania e Italia.

París. 1625: Fija su residencia en París, donde en 1627 coincide en una conferencia en la Nunciatura de París con el cardenal De Bérulle, influyente pensador de la Contrarreforma francesa. Queda éste gratamente sorprendido por Descartes y le hace una llamada a su responsabilidad como cristiano para combatir a los "libertinos" (se usaba este término referido a los que tenían el "vicio" de la libertad de pensamiento y a quienes se daban a la gula y lujuria); le encarga la aplicación de su método a los problemas de los hombres en su vida diaria. Siguiendo este consejo comienza a trabajar en un Traité de la divinité, esbozo de las Meditaciones Metafísicas. El requerimiento de Bérulle impulsa su elaboración de Regulae ad directionem ingenii (Reglas para la dirección del espíritu), su primera obra filosófica, aunque inacabada; no se publica hasta 50 años después de su muerte.

Holanda. 1629: Abandona París trasladándose a Holanda, el país de la tolerancia, donde vive hasta un año antes de su muerte, llevando una vida apartada [Perro: Monsieur Grat]. Sus discusiones con los pensadores de la época suelen ser por carta a través del franciscano Mersenne, que vive en París. Durante cuatro años trabaja en el Tratado del Mundo. Esboza una física general, una cosmogonía y una astronomía. Expone teorías parecidas a las que llevaron a Galileo a ser condenado por la Inquisición el año 1633. Cuando se entera de esta condena retiene la publicación de la obra que no vería la luz en vida del autor.

1634: "Por nada del mundo, escribió a Mersenne este año, deseo mantener (las demostraciones del movimiento de la tierra) en contra de la autoridad de la Iglesia... anhelo proseguir la vida que he iniciado bajo la divisa "bien vive quien bien se oculta" (Open University pg. 10). Se publica en 1664. Parte de su contenido lo incluye en los Principios de Filosofía, obra que esperaba fuese adoptada como libro de texto pero que no se publica hasta 1644.

Discurso del método. 1637: Publica en Leyde, Holanda, el Discurso del Método como prefacio de la Dióptrica, los Meteoros y la Geometría; alcanzó mucha más celebridad que estas obras. Es la primera exposición pública de su método.

1641: Aparecen en París, en latín, las Meditaciones Metafísicas. Esta publicación agrava la situación de opiniones encontradas que se había producido con la publicación del Discurso. Trata con más profundidad temas que ya aparecían en éste. Esta es su obra propiamente filosófica. Intenta buscar el fundamente último de todo conocimiento. Para él la validez del conocimiento científico se basa en la metafísica, entendida como onto-teología. La certeza de la metafísica es superior a la de las ciencias. Mantiene la definición aristotélico-tomista de metafísica, pero modifica su sentido y alcance: no es la cumbre del saber, sino su raíz. La certeza de las ciencias se basa en ella; el “cogito”, primer principio de la metafísica, es el fundamento absoluto de toda certeza. Hay una modificación de la concepción tradicional de la metafísica: el ser que ésta conoce es el ser del pensamiento, del sujeto pensante.

1644: Publica en Amsterdam los Principia Philosolphiae. En estilo más directo expone sustancialmente las mismas doctrinas que en las Meditaciones. No reconoce otra materia en los cuerpos que la cantidad, a la que es aplicable todo tipo de división, forma y movimiento. (Pt.II, art. 64).

1647: Visita a Pascal con la intención de hablar con él de sus últimos experimentos sobre el vacío, pero el joven matemático está enfermo.

1649: Su estancia en Holanda, pese a algunos amigos como Christian Huygens, se le hace incomoda, insoportable. El médico Plemp le acusa de enseñar doctrinas contrarias a la salud. Y, finalmente, acepta la invitación de instalarse en la corte de la reina Cristina de Suecia, hija de Federico, contra el que había tomado partido durante su estancia en el ejército. A su llegada a Estocolmo es recibido con grandes honores; la corte se reunía para oír sus disertaciones sobre filosofía, física o matemáticas.

— Acepta invitación de Cristina de Suecia en 1649 y muere en Estocolmo el 9 [11?] de febrero de 1650 de una pulmonía, dícese que a causa de la impuesta necesidad de madrugar (o envenenado por arsénico, por su influencia en la reina, que se convirtió al catolicismo y abdicó [?]. Fue enterrado en un cementerio de niños sin bautizar porque era cristiano en un país protestante, aunque luego sus restos fueron trasladados a Francia).

1650: Muere en Estocolmo el 11 de febrero. Cuando el canciller de la universidad iba a pronunciar la oración fúnebre llegó una orden de la corte prohibiendo hacer público elogio de Descartes.

1653: Chanut, embajador de Francia en Suecia y valedor de Descartes ante la reina, recoge sus manuscritos y los envía a Clerselier. Llegan en mal estado, mojados, pero pudieron ser utilizados por Leibniz entre otros.

1663: Sus libros fueron prohibidos en 1663 y el Papa Juan Pablo II le acusó de la «destrucción del mundo cristiano medieval que facilita el ascenso del racionalismo y la corrupción generada por la modernidad y la muerte de Dios». Sus restos descansan en la iglesia de Saint Germain des Prés.

1667: En Paris se publica El Mundo y las Cartas de Descartes por Clerselier, seguidor suyo. Sus restos son trasladados a París y enterrados en la iglesia de Sainte Geneviève du Mont. Comienza una fuerte persecución contra el cartesianismo. Sus libros fueron incluidos en el Índice con la reserva de donec corrigantur. Los jesuitas pusieron a la Universidad de la Sorbona en contra de las ideas cartesianas y pidieron al parlamento la proscripción de su filosofía. Durante algún tiempo fue un crimen declararse cartesiano.