Kant | Temas PAU
REALIDAD Y/O CONOCIMIENTO
Conceptos básicos
- Racionalismo vs Escepticismo (emprirismo) → criticismo kantiano y giro copernicano: primacía del Sujeto sobre el objeto de conocimiento.
- Posbilidad de la ciencia: Juicios sinteticos a priori.
- Estética trascendental – Sensibilidad
- Caos de sensaciones. Espacio y tiempo. Fenómeno/noúmeno.
- Posibilidad de la matemática.
- Analítica trascendental – Entendimiento
- Categorías. Juicios.
- Posibilidad de la física.
- Dialéctica trascendental – Razón
- Uso legítimo e ilegítimo de la razón. Antinomias y paralogismos.
- Imposibilidad de la metafísica como ciencia.
Modelo de respuesta
La teoría del conocimiento de Kant intenta resolver la oposición en la que había quedado la pugna entre racionalistas y empiristas. El racionalismo tendía a ser dogmático (por asumir ideas innatas), mientras que el empirismo tendía a caer en el escepticismo.
Ante ello Kant lanza su propuesta, conocida como criticismo, que desde un principio se plantea como una especie de giro copernicano. Frente a la idea de que el sujeto conoce según las características del objeto conocido, Kant propone lo contrario: son las cosas las que se adaptan a nuestra forma de conocer. Por otro lado, Kant plantea que la ciencia solo es posible si hay juicios sintéticos (extensivos, que amplían nuestro conocimiento) y a priori (que no dependen de nuestra experiencia y que, por tanto, son universales), e intentará justificar cómo son posibles en la matemática y en la física y no en el caso de la metafísica, que no acepta como ciencia. Para ello distingue tres facultades:
- La sensibilidad, que trata en la 'Estética trascendenta'l de la Crítica de la razón pura, que es la facultad que ordena el caos de sensaciones que nos llegan a través de los sentidos. Esto lo hace según el espacio y el tiempo, que son formas a priori de nuestra sensibilidad (formas, porque no son contenidos; y a priori porque no dependen de la experiencia, sino que sirven para organizar la experiencia). El resultado son los fenómenos. Estos fenómenos son la base del conocimiento, mientras que una cosa es 'en sí' (noúmeno) es algo que no podemos conocer. Aquí encuentra Kant la posibilidad de la matemática como ciencia. Gracias al espacio y el tiempo son posibles los juicios sintéticos a priori en la geometría y en la aritmética.
- El entendimiento, estudiado en la 'Analítica trascendental', que lo que hace es organizar los fenómenos formando conceptos y juicios. Aquí las formas a priori son las categorías. Kant nos dirá que los fenómenos sin conceptos son ciegos, del mismo modo que los pensamientos sin contenidos empíricos son vacíos. Hay doce categorías y de aplicarlas a los fenómenos y a los conceptos resultan los juicios. Aquí justifica Kant la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en la Física, es decir, la posibilidad de la Física como ciencia.
- La razón es estudiada en la 'Dialéctica trascendental'. Es la facultad que aspira a unificar los juicios del entendimiento. Para ello aspira a tener conocimiento de tres ideas (alma, mundo y Dios), que funcionan como los ideales hacia los cuales debería dirigirse el conocimiento. El problema surge al intentar aplicar las categorías a estas ideas para realizar afirmaciones metafísicas. Se trata de un uso ilegítimo, pues las ideas de alma mundo y Dios no son conceptos empíricos. De ello resulta una serie de paralogismos y antinomias, que son afirmaciones contrarias ante las cuales no podemos señalar cuál es verdadera, razón por la cual la metafísica no es posible como ciencia.
ÉTICA Y/O MORAL
Kant distingue dos usos de la razón
. Uno teórico, que trata en la Crítica de la razón pura, y que gira en torno al conocimiento y la imposibilidad de la metafísica como ciencia. El uso práctico, por su parte, se orienta hacia la resolución de la pregunta "¿qué debo hacer?". El ser humano no es solo una conciencia cognoscitiva (que conoce), sino que se nos presenta también como una conciencia moral que guía el uso de nuestra voluntad.
En la CRP Kant partía de la existencia de la ciencia. De modo análogo, en la Crítica de la razón práctica parte de la existencia del hecho moral e intenta justificar la posibilidad de un juicio sintético a priori de tipo práctico, que será universal y tendrá un carácter puramente formal. Se denominará imperativo categórico.
Así, la ética de Kant será formal
. Frente a las éticas materiales anteriores (que nos dicen 'qué' tenemos que hacer), Kant se centra en 'cómo' tenemos que actuar para que una acción sea moral. Las éticas materiales fijan el bien supremo que debe regir la conducta y/o las normas o los medios que tenemos que seguir para alcanzarlo. Están centradas en los contenidos y nunca podrán ser universales porque:
- Es imposible fijar un bien supremo común para todos.
- En función del bien que cada uno elige, las normas que determinan su consecución serán empíricas: son imperativos hipotéticos, que se corresponden con los medios que por experiencia consideramos adecuados para conseguir el bien deseado.
- Las éticas materiales son por tanto éticas heterónomas en las que el sujeto no se da a sí mismo el principio o ley de su acción.
La ética formal kantiana es una ética vacía de contenido. No establece el bien o fin al que dirigirnos (lo que tiene que querer la voluntad) ni nos dice qué debemos hacer, sino cómo debemos actuar (cómo debe quererlo).
- El motor de nuestras acciones tiene que ser el deber. Tenemos que actuar por deber, por cumplir con la ley porque hay que cumplirla, no es suficiente actuar conforme al deber, es decir, respetando la ley moral pero buscando otra cosa con nuestra acción, como por ejemplo, cumplir una ley para no ir a la cárcel).
- ¿Pero cuál es nuestro deber? Kant observa que solamente hay una cosa realmente buena: la buena voluntad. A partir de ahí formula las distintas versiones del imperativo categórico, que es un imperativo sin condiciones, que no depende de lo que queremos conseguir, pues se da de forma absoluta. Es lo que impone en nuestra conciencia la necesidad de obrar por deber. La formulación clásica sería «obra de tal manera que la máxima de tu conducta pueda valer en todo tiempo como principio de legislación universal», que sería lo mismo que decir que debemos considerar a los demás y nosotros mismos como fines y no como medios.
Por último, hay una serie de postulados que se derivan de entender la moral como hecho. Estos postulados son afirmaciones que hay que suponer para que la moral sea posible, y contrastan con la conclusión de que la metafísica no era posible como ciencia en la CRP:
El primero es el postulado de la libertad individual. Aunque no puede demostrarse científicamente, debemos dar por supuesto que somos libres para que exista el hecho moral que sentimos como evidente. Es la condición indispensable para que pueda haber una ley moral. Por otro lado, Dios es quien garantizaría que, en última instancia, la virtud sea recompensada con la felicidad. El bien supremo o voluntad santa no es realizable si Dios no existe. La posibilidad de realizar el sumo bien implica la posibilidad de que el hombre logre la santidad (entendida como adecuación completa de la voluntad con la ley moral), por eso también asume como postulado la inmortalidad del alma.